Tras la comparecencia del Concejal
de Juventud y Deportes en el Pleno del Ayuntamiento de Móstoles del pasado 23
de Enero, la única conclusión posible es esta: El partido Popular ha dado la espalda
a la juventud Mostoleña.
Con más de un millón de euros de
presupuesto destinado a juventud, la conclusión es que el modelo de políticas
de juventud de este Ayuntamiento, está basado en un modelo de ocio para ser
consumido, y no para ser vivido.
Este modelo, va acorde con el
modelo de ciudad de Daniel Ortiz, una ciudad para consumir, en la que los más
jóvenes no podemos acceder a otro tipo de ocio alternativo. En ocasiones, no
podemos ni acceder a ningún tipo de ocio.
En comparación con municipios como
Fuenlabrada, donde hay salas de conciertos, locales de ensayo, espacios para
asociaciones como el Consejo de la juventud o el espacio Joven La plaza,
Móstoles solo puede ofrecernos un centro de información absolutamente
asistencialista.
Muchos de los espacios web de dicha
concejalía carecen de difusión entre la juventud del municipio, a tenor de las
escasa visitas que reciben, y en opinión de Juventudes Socialistas, la oferta
de actividades del consistorio son escasas, elitistas y no están concebidas para
dar vida a la ciudad, sino como mero objeto de consumo.
Este municipio ha olvidado además
las políticas activas de empleo y pese a que el concejal afirma que hay un
millar de jóvenes mostoleños más trabajando según la EPA, la realidad es que el
empleo joven en el municipio no ha aumentado. Además, los nuevos empleos que se
generan en la localidad son de carácter precario y absolutamente temporal.
Desde Juventudes Socialistas de
Móstoles apostamos por los siguientes elementos en materia de juventud, y le
exigimos al gobierno municipal que de manera inmediata deje de obviar a la
juventud del municipio y se ponga a trabajar para ayudarnos a lograr un futuro
decente que no pase por marcharnos de nuestra ciudad:
1. Puesta en marcha de
un plan integral de empleo joven
2. Es
preciso implementar, desde las instituciones, Políticas Integrales de
Juventud que faciliten el acceso de los jóvenes a la vida adulta. Esencialmente facilitando su acceso a un
empleo y vivienda dignos.
3. Dentro
de esas Políticas Integrales de Juventud, los programas de participación
juvenil deben encarar dos objetivos:
4. En general, los Programas de Participación Juvenil deben facilitar el desarrollo de los adolescentes y jóvenes como ciudadanos plenos; favoreciendo el proceso de construcción personal y colectiva que el bloqueo al que se encuentra sometida esta generación dificulta.
5. Para garantizar este objetivo es imprescindible incorporar a los propios jóvenes a esos procesos de autoconstrucción cívica. Las políticas de juventud, esencialmente las de participación juvenil, deben garantizar el protagonismo de los jóvenes, convirtiéndolos en sujeto y no en objeto de los programas de actuación.